En 1902, los miembros de la Junta de Gobierno, decidieron encargar a
Juan Manuel Rodríguez Ojeda el diseño y confección de un nuevo paso de
palio para La Santísima Virgen de la Amargura.
En aquel entonces fue todo un revuelo, pues rompió con moldes estéticos que habían sido establecidos durante varios siglos.
Aires
nuevos en las líneas de confección y en el diseño del bordado, que
aunque basándose en motivos vegetales propios del siglo XVIII y XIX,
supieron aportar y sobre todo crear un canon de belleza distinto de lo
que ya existía, dando origen a lo que hoy llamamos de estilo o corte
“puramente sevillano”.
Además del
conjunto de palio, manto, faldones y saya que ejecutara con grandísimo
acierto para la Santísima Virgen, Rodríguez Ojeda confeccionó un
magnífico juego de ropajes para San Juan Evangelista. En colores rojo y
verde siguiendo el cromatismo propio de su iconografía, la obra no
desmereció en absoluto en el conjunto de este nuevo paso de palio.
Bordados amplios que recuerdan a los diseños de las Hermanas Antúnez con
una composición simétrica a partir de una serie de hojas de acantos que
se extienden por toda la superficie, formando grandes roleos que se
alargan en forma de hojas y flores de distintos tamaños. En su parte
inferior y en los extremos de las mangas figura un galón ancho con
broches intercalados. Este mismo motivo ornamental se repite en la parte
inferior de la saya y mangas de la Santísima Virgen y completan el
conjunto.
En la actualidad, la hermandad
solo conserva de aquel antiguo paso (que hoy se encuentra en Jerez de la
Frontera) la saya conocida por todos como la azul pavo y que se le pone
a la Virgen con relativa frecuencia y el juego completo de túnica y
mantolín de San Juan Evangelista, aunque sí es cierto, que sólo la
túnica ha estado siendo usada en los últimos tiempos, pues el mantolín
se encuentra en un estado de conservación complejo.
La
túnica es bien conocida por todos, pues prácticamente es la que suele
llevar San Juan en el altar casi a diario a pesar de su deficiente
estado de conservación. Es por ello que la Junta de Gobierno actual ha
tenido a bien su recuperación y haya destinado una partida
presupuestaria para su reintegración. Dichos trabajos se están llevando
a cabo actualmente en el Taller de Bordados Santa Bárbara
Sin
duda alguna, la Hermandad recupera una pieza de gran valor museístico,
aunque si es verdad que sólo conservaremos el diseño primitivo que
ideara Juan Manuel, pues el estado de conservación de los bordados es
tan deficiente que es imposible su restauración.
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